FUGA DE PRETORIA. CRÍTICA.

   Protagonizada por Daniel Radcliffe nos cuenta una historia real de cuando dos activistas luchaban contra el apartheid (sistema de segregación racial en Sudáfrica) en 1978. Por ello, fueron juzgados y encarcelados en la prisión de alta seguridad en Sudáfrica. Una vez allí ambos deciden fugarse de la cárcel y es cuando Tim Jenkin comienza a hacer copias de las llaves de todas las puertas de la prisión.
   Esta película está basada en el libro autobiográfico del propio Jenkin.
   El film es entretenido con mucho suspense, una fórmula de éxito para quien no le exija demasiado a una película basada en hechos reales, pero la realidad es que a veces se hace un poco pesada y lenta. El foco de la historia gira en torno a la fuga y deja en un segundo plano la historia personal, el dramatismo. Eso no quita que hasta el final te deja pendiente de la historia. En general esta película no es mala, pero es una más entre otras muchas, sin mucho que destacar.

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